Ventricina

La reina de los salamis italianos

Ventricina, por su historia y sus métodos de producción, es un poco como la Navidad. Simboliza quedarse en casa y la unión familiar. También representa autenticidad, porque se produce sin conservantes y de forma artesanal, a mano y sin ayuda de maquinaria.

 

Hoy es un presidium de Slow Food y se defiende con estrictas normas de producción porque está constantemente amenazado por quienes quieren imitarlo, haciéndose pasar por productos que en realidad están muy alejados de él.

 

De hecho, en los últimos años, Ventricina se ha dado a conocer al ganar repetidamente el título de “Mejor salami de Italia”. Por esta razón, el salami picante que se hizo pasar por Ventricina (a menudo con la elegante redacción “Calabrese ventricina”) ahora se encuentra en los grandes minoristas. La auténtica Ventricina, en cambio, no se vende en lonchas y, sobre todo, por sus características de elaboración, tiene un precio de entre 35 y 40 euros el kg.

 

Desde el punto de vista alimentario, la Ventricina es una salchicha de cerdo que se diferencia de un salchichón normal en tres aspectos fundamentales. La carne de cerdo es magra (máximo 20% de grasa), no se tritura sino que se corta en trozos grandes con un cuchillo y, finalmente, se sazona con una mezcla de especias a base de pimentón dulce seco, que le da el aroma y el color particular. con tendencia al naranja. Existe una variante en la que también se añade guindilla, por lo que se distinguen dos tipos de Ventricina, dulce y picante, que se diferencian entre sí exclusivamente en este aspecto.

La Ventricina se produce con carne de cerdo italiano, que debido a los métodos de cría permitidos en Italia tiene una calidad significativamente mejor que los cerdos criados industrialmente en el resto de Europa, sin conservantes y con una crianza de tres a seis meses en ambientes bastante fríos, con clima seco y temperaturas estables. Su zona de producción, de hecho, es la zona montañosa detrás de Vasto, donde tradicionalmente se produce Ventricina con la carne del cerdo que cada familia cría o ha criado para la elaboración de salchichas que tiene lugar en los días cercanos a la Navidad (como dice en Vasto: “A Natàle s’accìde lu puòrce”.


La Ventricina se introduce en la vejiga del cerdo. Por ello tiene un peso que ronda los 800 gr. Tradicionalmente se sirve en rodajas de un centímetro de grosor aproximadamente. Debido a su consistencia y la poca cantidad de grasa, las lonchas se desmoronan, por lo que se dice que se debe comer “en trozos”. Va bien con el típico pan casero y con un Montepulciano joven, o con un Montepulciano Cerasuolo vinificado en rosado.

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